Cada vez que paso por algún centro comercial, me encuentro la misma estampa: varios novios/maridos al borde de una lipotimia esperando a su chica en la puerta de entrada de alguna tienda, semi enterrados en bolsas de ropa que, por supuesto, no es para ellos. Sus caras de desesperación son un poema. Ir de compras es para ellos un auténtico suplicio.
Otra situación muy frecuente es ver al chico con todas las bolsas perseguir a su novia a medida que ella avanza por los pasillos analizando tallas y colores en cuestión de segundos. Siempre me pregunto qué le habrá prometido a ese pobre hombre a cambio de su infinita paciencia… Y es que no podemos entender cómo algo tan aburrido como dar vueltas y vueltas sin coger nada puede gustarle tanto a las mujeres.
¡Ánimo, chicos! Sé lo que se siente, a mí también me ha pasado.
Índice
Ir de compras: cuestión de emociones
Para ellas, dar vueltas y vueltas durante horas alrededor de escaparates resulta de lo más relajante, acaben comprando o no. Si a esto le sumamos la emoción de probarse prendas y ver cómo les quedan, tenemos el pasatiempo perfecto para casi cualquier mujer.
Los hombres se ponen muy nerviosos viendo a su pareja de tienda en tienda sin comprar nada. Sienten que están perdiendo el tiempo: ellos llegan, buscan lo que necesitan hasta que lo encuentran, eligen su talla, pagan y se van a casa. No pasan horas mirando, sino que llegan con un objetivo claro y, cuando lo tienen, dan por concluida su misión.
Según el estudio He buys, She shops (los hombres compran, las mujeres van de compras), de Jay H. Baker Retail Initiative y Verde Group, las mujeres se involucran más en la experiencia de compra. Para ellas lo más importante es recibir asistencia personalizada de los dependientes, mientras que ellos consideran crucial encontrar el producto que están buscando y que no haya largas colas para pagar.
Cazador vs recolector
Recordando los roles de cada uno, podremos entender más fácilmente el motivo de que unos odien y otras adoren ir de compras.
El hombre, en su papel de cazador, sale de la cueva con un objetivo claro: cazar. Tiene un plan de acción, una zona elegida y unas herramientas. En cuanto atrape al blanco, volverá a sentarse junto al fuego. Por eso no entiende que alguien pierda el tiempo de tiendas sin necesitar nada en concreto. Su mente analítica se centra en un objetivo definido.
La mujer, protectora del hogar, salía a recolectar frutos por zonas cercanas. Y eso es precisamente lo que hace, recolectar. Frutas o pantalones de pitillo, da igual. Para ella no hay diferencia.
Hazla sentir bien y acabarás antes (quizá)
Si una mujer no encuentra lo que busca, pueden pasar horas hasta que decida volver a casa. Recuerda que se siente como pez en el agua y no será fácil encontrar un motivo para interrumpir la actividad que tanto le gusta.
Lo que sí podemos hacer es ayudar a que se dé por satisfecha.
Si en algún momento te pregunta si te gusta una prenda o cómo le queda, es tu oportunidad. Normalmente nos limitamos a decir “bien” o “no está mal”, y olvidamos que ellas se centran en los detalles. En cambio, pedirle que se dé la vuelta para ver cómo le queda por detrás, resaltar los colores o cómo combinan con alguna otra de sus prendas, además de decirle que está muy guapa, hará que quede encantada y a la vez sorprendida. Este es un comentario que esperaría de una amiga, pero escuchárselo a un hombre es algo realmente raro. Ella estará feliz y tú pronto volverás a casa. ¡No se puede pedir más!
Conclusiones
Para nosotros, ir de compras siempre será un infierno. Ármate de paciencia, carga la batería del móvil y, a ser posible, pide a tu chica que te acompañe a hacer algo que te guste a ti para compensarte la tortura. ¡Qué menos!
Para terminar, me permito dar un consejo a todas aquellas mujeres que disfrutan viendo a su novio cargando bolsas mientras ellas revuelven trapos: la mejor compañía para una tarde de compras son tus amigas, ellas entienden tus emociones mejor que nadie y disfrutarán tanto como tú. Si, por el motivo que sea, es totalmente necesario que te acompañe tu chico, plantéale un objetivo (comprar algo en concreto), una hora determinada y un lugar específico. Seguramente siga sin emocionarle la idea, pero su predisposición a acompañarte cambiará. Y si no tienes un objetivo, ¡invéntatelo!
Tu turno: ¿Suele pedirte tu pareja ir de compras con ella? ¿Tienes alguna excusa para escaquearte? ¡Desahógate contándonos tu experiencia en los comentarios! Y comparte el artículo para que lo vean tus amigos 🙂
A ver, partiendo de que a mi marido no le gusta ir a comprar ni su ropa (al super mercado si le gusta ir jajajaja), reconozco que tiene mucha paciencia conmigo cuando me acompaña. Cuando encuentra un sitio para sentarse me dice: te espero aquí!! jajajajaja Como siempre aciertas en casi todo lo que dices, aunque ese truco de «ese te queda muy bien» está muy visto!! jajajaja pero me hace gracia. Lo que no me gusta es que me diga:»¿y eso para que es?», en ese momento pienso:»¡para que me traeré yo a este ser de compras! jajajaja
Decir «te queda bien» es lo que solemos hacer, y así nos va. Hay que ser un poquito más expresivo, o empático, como lo quieras llamar. Prestar más atención al detalle, algo que nos cuesta horrores.
Sí, esa pregunta me cuadra bastante jajaja él seguro que cuando compra sabe lo que quiere, vosotras sois más de elegir sobre la marcha…
¡Interesante comentario, hasta la semana que viene!
Mi pobre chico no dice ni pio, pero eso es lo q precisamente me pone nerviosa, por eso me encanta irme sola o con amigas, pero lo de sola mola, eliges sin condicionamientos y nadie se entera de lo q te gastas… O te compras faldas a 5€. Jajaja
Te pone nerviosa porque le ves la cara y no hace falta que diga nada 😀
Confirmas entonces que «recolectas» ropa según la vas viendo, no? jajaja
La próxima vez que este de exámenes me voy a ir de compras, gracias 🙂 🙂 🙂 jajaja
Jajaja pero no por haber leído esto… ¡Ya lo tenías pensado!
Respondo a tu pregunta. No, no le digo a mi pareja que me acompañe de compras, es mucho mejor ir con amigas! Lo he tenido claro siempre!
En cualquier caso, hay que dejar una parte a la incógnita y no contar todo lo que te has comprado. Eso es secreto de sumario y total…no vais a acordaros de si un vestido es nuevo o de hace 3 temporadas jajaja
Creo que deberías hablar también de:
1. Los hombres cada vez sois más consumistas y estáis más tiempo que nosotras en las tiendas.
2. Explica también que las que salimos a recolectar frutos para llenar la nevera solemos ser nosotras. No hay muchos «cazadores» en los supermercados.
Pues no, no nos vamos a acordar… Todos salimos ganando si vais por vuestra cuenta 😀
Gracias por las sugerencias, aunque no estoy muy de acuerdo jajaja
La próxima vez que vayas por un centro comercial o por un súper, fíjate 😉
A ver….soy rara porque a mi no me gustan los centros comerciales…pero me toca ir porque ni modo, al buscar por ejemplo ropa y zapatos mi esposo me va a dejar y el se regresa a casa (me da un lapso de 3 horas mas o menos jajajajaja); pero me gusta mas ir con mis amigas, creo que vas a comprar y de paso te pones al dia con las noticias jajajajajaja, saludos!!